El intrépido equipo de redacción de este aula formativa se desplazó el pasado lunes 25 de febrero hasta el lugar de la noticia, la Peña Bolística Madrileña, en el madrileño barrio de San Juan Bautista.
¡Vaya sorpresa!
¿O es que somos avezados periodistas?
Observen lo bien que juegan a los bolos.
¡Si jugarán bien a esto que hasta tienen fans detrás de la valla! Observen la panda de chavales que no pierden detalle.
A Carlos le toca ahora volver a colocar los bolos en pie. El resto, tranquilos, sentados, manos en los bolsillos. Bueno, Gerardo está incluso echándose una siestecita.
En los bolos hay buen ambiente de compañerismo. Carlos y Jesús se abrazan, mientras David tira y Pepe mira impaciente la hora en su reloj ¿Cuánto tiempo faltará para ir al bar?, se pregunta.
Éste es Alfonso, el profesor de bolos. ¿A cuántos metros de distancia estará lanzando?
En la foto se ve la bola de madera volando con destino a otro emboque.
Terminada la partida los jugadores posan sonrientes para la prensa invitada.
Un equipo de postín, con su entrenador al frente.
Parece que este deporte cántabro da un montón de hambre.
Al acabar el juego, pasan al restaurante y se sientan a tomar la merienda.
A estas horas todo vale, las patatas se cogen con el tenedor, o incluso con la mano.
Estaban buenas, las patatitas...
¡No hay más que ver cómo ha quedado el plato! ¡Vacío! No va a hacer falta ni fregarlo.
Ha llegado la hora de volver a la Residencia. La furgoneta del monitor los devolverá al hogar de Belisana. Jesús abre la puerta para entrar, Carlos se despide de la prensa, los demás ya están dentro... Se acabó lo que se daba, por esta semana. Seguiremos informando.
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