Ha llegado la gripe. Los hospitales están llenos de enfermos. Aquí en la residencia y los talleres también nos ha atacado. Por suerte, casi todos estamos vacunados, y de momento, nos libramos.
Nuestra salvadora se llama María Luisa, un encanto de enfermera, que nos vacunó en otoño. Aquí vemos a Ramón, con unos pocos nervios, mientras ve como le van a poner la vacuna.
María Luisa, con sus jeringuillas, nos buscaba por salas, habitaciones y hasta en las aulas. La cuestión era pincharnos, eso sí, siempre sonriente...
Luego, las molestias de la vacuna nos duraban algunas horas, o incluso algunos días. Otros, sin embargo, no nos enterábamos de nada. Y el colmo fue Luis Hernando, que dice que se mareaba, pero en la foto está muerto de risa, mientras se quita el jersey. Rosa, mientras tanto, escondida tras una columna, vigila, quizá celosa o quizá emocionada ante las risas de su novio.
Por cierto, al fondo vemos a Irene, que pasaba sus últimos días entre nosotros. Era buena persona, aunque algo calladita. La echamos de menos.
Feliz gripe a todos!!!!!!!!
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