En
la Coruña , en primavera.
Y en la granja caballos, pollitos, cerdos, gansos, conejos, patos, vacas, ovejas, gallinas, gallos, cabras, perros... ¿Se os ocurre alguno más?
El
caso es que, una yegua de esta granja, parió a un potrillo con cinco patas.
- ¿Cómo pudo pasar esto?
- ¡Pues no lo sabemos!
La
cosa es que, cuando nació, salió corriendo como un monstruo veloz, parecía que
nadie lo quería.
Fue
corriendo a ver a los pollitos de la granja, le recibieron diciendo pío, pío,
pío, pío...
Al
potrillo le gustó mucho la canción de los pollitos y les saludó relinchando jiiiii! Jiiii!
El
potrillo se sintió feliz. De pronto apareció un niño, llamó al caballito, le dio
de comer hierba fresca y se hicieron amigos.
...Y se
fueron juntos de paseo por la playa de Riazor.
A nuestro amigo el potrillo le picó un cangrejo en la quinta pata y fue así como desapareció esa quinta pata que tanto le disgustaba y que le hacía parecer un monstruo porque era diferente a los demás caballos.
A nuestro amigo el potrillo le picó un cangrejo en la quinta pata y fue así como desapareció esa quinta pata que tanto le disgustaba y que le hacía parecer un monstruo porque era diferente a los demás caballos.
¡Vaya cangrejo mágico! Ayudó a ser feliz al caballito.
Y colorín colorado esta historia ha terminado.
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