jueves, 2 de febrero de 2017

FRENTE A LA VENTANA

Ya es cerca de la hora de comer.Sale el sol en medio de las nubes en un día gris. Es martes. Estamos dentro de la antigua casa de fieras del Parque del Retiro. La sala donde nos encontramos, era una antigua jaula de tigres. Por la ventana vemos el paisaje. 

A primera vista un tronco torcido de un pino. Acaban de volar dos palomas que estaban buscando comida por el jardín lleno de la hojarasca que rodea el árbol, hojas secas caídas de los arbustos cercanos.

A la derecha de la ventana, una placita sin puerta a los lados, dos columnas terminadas en farolas. La decoración con azulejos de colores nos recuerda a una fuente árabe. Dos bancos donde se pueden sentar niños, padres, visitantes, vigilantes. Se pueden posar los pájaros y las parejas de enamorados en las tardes de invierno.

Desde la ventana se divisa un hombre alto, con el pelo blanco, gafas y bigote.
¿Por qué tiene bigote? -Dice Marta.
Con americana de color negro.
 Iba caminando deprisa:¿Dónde irá? ¿En qué irá pensando? ¿Trabaja? ¿Estará casado?
Iba solo. ¿Tendrá hijos y nietos?
 ¿Quién le espera en su casa?,El aire. Dice Marta.

-Nadie. -Dice Pablo. Está solo,sale a pasear para no caer en el aburrimiento.

Acaba de pasar una pareja. ¿De qué? Dice Alfonso.
 De pajaritos, de enamorados, de perros, de vacas, de mosquitos.
Iban caminando de izquierda a derecha, o quizá volando... hablando, zumbando entre ellos o quizá gruñendo. Al pasar, han mirado hacia la ventana.
Ahora pasa otra pareja. ¡Otra vez, dice Laly! Atraviesan el camino por la placita de azulejos. Han vuelto la cara hacia nosotros pensando...¿Qué harán estos aquí?

Acaba de pasar otro hombre con el  pelo cano. llevaba una cartera de cuero negro con
documentos, según nos cuenta Alfonso que no estaba allí pero se lo imagina.¡O Quizás 
fuera el cobrador del frac.! No lo sabemos, lo que si sabemos es que llevaba mucha prisa.
Y ahora una ciudadana china con cámara haciendo fotos a todo lo que ve a su alrededor: A un transeúnte con chaleco azul tirando de un perro como el caballo de Don Quijote, flaco, flaco.

Esta es la vida cotidiana del Parque del Retiro.
 
Cada visitante tiene una historia, o no. No lo sabemos ni pretendemos averiguarlo, no somos detectives.Lo que vemos es que hay mucha vida en este lugar donde se mueven animales y personas. Crecen árboles, plantas y flores. Aunque ahora es invierno y hay muchos colores verdes y marrones de las hojas secas que han caído.





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